lunes, 7 de septiembre de 2009

Oscuro

No puedo gritar porque me falta el aire. Entre la sal se hace borroso y es más difícil salir en pie.
Cuando te diste cuenta, ya estabas en el piso. Te duele caer y pararte. Quizás porque sabés que no podés mantenerte parado. Erguido y la sangre que corra. Fiel.
Tu naturaleza es extraña. No pensaban en vos cuando viniste. Con tu voz querés correr y deslizarte.
Una tormenta en el desierto que destruye el oasis en un suspiro. Ese que formaste.
Mejor cerrar los ojos a ver que pasa.
Ya no se distingue adentro y afuera. Quedaste vos con tu tormenta. Y no hay nada que puedas hacer para salir a flote.
No vas a encontrar madera para construir tu balsa.
Burbujas, burbujas… silencio.

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