sábado, 14 de mayo de 2011

Soga

Las palabras nos quedan en paralelo, mientras la realidad nos golpea de frente. De lleno en la cara, la nariz y los ojos.

Las orejas no. Están tapadas. Pero la música viene de adentro.

De adentro de un bolsillo
De adentro de un mp3.

Un malón calmado, ganado, responde a la fila y al no tirarse al piso.

Descansa. Se cansa.

Una a uno el escalón. Hall. Escalón. Escalón y estación de nuevo.
Ya se hizo subte otra vez. Me meo. ¿Cuándo para esto?