viernes, 18 de septiembre de 2009

Corre

El tiempo que dura una canción, el tiempo que tardan las palabras en romperse es el tiempo que nos rige.
Nos moldea, esclavos de su eterna presencia, a su voluntad infinita que un día nos hará morir.
Es idea que nació con el hombre, pero existió desde siempre.
Crea y destruye.
Tantas veces infinito como insuficiente.
Inútil desafío frente a la bestia todopoderosa que gigante aplasta y diminuta persigue.
Se ríe y nos deja jugar inmortales en el refugio de la indiferencia. Imposible.

Nada es eterno, sólo vos. Para siempre y desde siempre acechando.
Tiempo que perdura en el tiempo.
Constante, no deja de avanzar, constante, no se detiene, constante, perpetuo.
No dejo de luchar y ya sé que estoy vencida.
Sos amplio, abrumador y me ahoga. No se puede respirar. No hay espacio que no cubra. Es en todos lados.
El universo rendido a tus pies porque sabe que se acaba.

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