jueves, 28 de febrero de 2013

Porque para escribir ni hay que gastar en sala de ensayo*

Hola, soy yo a las 22:51 a los 22 febreros, que ya casi se acaban para convertirse en marzos.
Soy yo, la que se siente incomoda en su nidito natal. La que no encuentra un espacio para llorar tranquila.
Ni siquiera encuentro el motivo para llorar tranquila.
Pero lloro.
Hablo y mucho no me escuchan.
Ojo que a veces busco ser escuchada, pero no funciona.
Por defecto debo ser la más chiquita para todo.

Recién lloré, acá en el quincho. Me lo estaba conteniendo desde hace unos días. Creo que porque me siento sola.

Y así es como estos días no hice mucho. Salí a pasear en bici, como evento destacado por ser el más lindo e inusual, miré películas que pasaban en I-Sat, sin buscarlas, sin conmoverme demasiado… solamente para pasar el rato.
Me gustaría quemar mis vacaciones con personas lindas que conozco, pero por algún que otro motivo que implica responsabilidades, no puedo. No pueden.

Así que M aquí de noche, una vez más, refunfuñando porque no todo va como yo quería.

Ya escuché un disco de Spinetta (A 18’ del Sol) y ahora uno de Blur (13) mientras se baja “Un mañana” del mismo flaquito.

La misión de este sinsentido literario, se vio interrumpida hace un rato por una brusca irrupción de mi papá que quería mandar un mail, en el que podría ser mi mayor espacio de privacidad, el quincho, mientras escuchaba Canción para los días de la vida y por supuesto me removía esos resabios del llanto que quedaba, a la vez que le contaba mi prima Barbi, mis pesares de burguesita que me aquejaban esta semana.

Space is the place, me dice el chico que canta, justo cuando quedo en pausa por haber terminado de releer las líneas precedentes, y yo no sé si tomármelo como un chascarrillo de esa mente superior que hace un rato me jugó esta broma anteriormente mencionada (lo de mi papá y mi no espacio) o simple casualidad, para volver a la monotonía de mis últimos días.

No, ponele que fue la mente superior, porque también estoy leyendo “Crónicas marcianas” entonces algo me quiso decir, fija.

Ya fue, me voy a Marte.
__________________________________________________________
*Siguiendo el sabio consejo de escribir por escribir que me dio Lean sin darse cuenta, empieza aquí un intento de divertirme de otra manera.

1 comentario: