A nada.
Me propongo dejar de disociar juego-realidad, para empezar a fusionarlos.
Porque diferenciarlos jerarquiza.
Y no quiere decir que sea siempre divertido. Quiere decir que no entiendo nada.
Que quiero aprender como un bebé, descubrir como un bebé. Sin que me juzguen y aguantándome en las pifiadas; que si son, no van a ser a propósito.
No me interesa hacer mal. Solamente estoy creciendo y me choco con las cosas.
Como tomar envión para pegar un salto.
No me muevan el piso que me caigo rápido.
Quiero saltar, quiero saltar y en el aire encontrarme con todo.
viernes, 11 de noviembre de 2011
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Si tuviera un vaso en la mano, lo levantaría por la no disociación juego-realidad.
ResponderBorrarEs un buen plan!! Sobre todo a esta altura del año en la que todxs necesitamos que toque el timbre del recreo...